Resulta de un gran interés detenerse, aunque sea brevemente, en el pórtico de este libro para comentar, tanto el título, como los objetivos de este trabajo, magníficamente editado e ilustrado por Unión editorial y la Fundación Lilly.
Efectivamente, no es normal referirse a las relaciones entre filosofía y ciencia, sino a las propias entre fe y ciencia, dando por supuesta la existencia de una disciplina denominada: “filosofía de la ciencia”, antiguamente llamada “cosmología”, es decir, una especialidad que pertenece por derecho propio a la vez tanto a la ciencia como a la filosofía.
La clave es desvelada a lo largo de las páginas de este libro firmado por el reconocido historiador de la ciencia y físico, José Manuel Sánchez Ron (1949), miembro de la Real Academia de la Historia, quien ha dedicado su vida a la precisa puntualización de la historia de la ciencia en el plano de la ciencia y de la conciencia, pues nunca ha permitido en sus magníficas publicaciones traspasar el umbral del fidelismo y de la fe del carnicero, ni tampoco recaer en el cientifismo del que pretende, en aras del progreso, convertir la ciencia en la religión de las hombres.
Es precisamente la estrecha e íntima relación entre ciencia y filosofía quien ha enseñado a la ciencia y a los científicos a dar a conocer sus logros, sus métodos y, a la vez, hacerlos compatibles con la humildad del que sabe y reconoce que cuanto más sabe menos sabe.
Es mucho lo que queda por hacer tanto en la filosofía, como en la ciencia, en aras a alcanzar la verdad completa sobre Dios, el hombre y el mundo creado, y es importante, como hace habitualmente Sánchez Ron en sus trabajos: no salirse del método y de los límites de la propia ciencia y de la filosofía.
De hecho, la incesante investigación, el querer saber más y saberlo todo, aparece ya en las primeras líneas de este interesante estudio afirma Sánchez Ron sobre la filosofía: “una manera de reflexionar sobre la realidad, sobre toda ella, en formas que son difícilmente accesibles para las ciencias; una manera de reflexionar y de hacerse preguntas, ya que tal vez, al menos en ocasiones, lo más interesante de la filosofía son las preguntas que formula, no las respuestas que ofrece” (19).
También resulta de un gran interés la conjunción de filosofía, ciencia y lenguaje que nuestro autor trae enseguida a colación, pues desde las propuestas de Ludwig Wittgenstein en su Tractatus lógico-Philosophicus, no puede obviarse acordar los limites y relaciones de los tres (23).
Precisamente, haciendo uso de una cita de Jesús Mosteserín, nos dirá que “la ciencia de hoy sirve de punto de partida a la filosofía de mañana. La reflexión crítica y analítica de la filosofía detecta problemas conceptuales y metodológicos en la ciencia y la empuja haca un mayor rigor” (27).
José Carlos Martín de la Hoz
José Manuel Sánchez Ron, Ciencia y filosofía, editorial Unión editorial, Madrid 2018, 140 pp.