El pensamiento en Al-Ándalus

 

El autor de este trabajo, Andrés Martínez Lorca, catedrático emérito de la Universidad de Almería,  y autor consagrado en la materia, reivindica la importancia de la filosofía y de la cultura durante la dominación musulmana en España, con estas expresivas palabras: “fue creadora en sí misma, no fue tan solo vehículo de la cultura clásica” (9).

Quizás lo primero que hay que decir es que el periodo más esplendido de esa cultura en Andalucía fue el tiempo en que convivieron en un clima de concordia las tres religiones bajo el dominio y el sometimiento del islam, pues aunque cristianos y judíos eran ciudadanos de segunda, los cristianos mozárabes estaban orgullosos de su lengua, su religión, su derecho y sus tradiciones, como lo estaban los judíos. Finalmente, los musulmanes tenían la potencia de un pueblo que copiaba y asimilaba y que imponía sus hábitos, su lengua, y sus canciones. Después, los musulmanes radicales llegados de África, echaron a los cristianos y judíos. El autor desarrolla todo esto sobre las fuentes árabes (20).

Respecto a la rápida invasión musulmana de España hay que recordar como efectivamente los pocos efectivos llegados de África apenas ganaron victorias importantes, ni tuvieron verdaderos enfrentamientos armados con el grueso del ejército visigodo. En cambio pactaron con los gobernadores locales a expensas de la corona visigoda, lo que confirma la fragilidad de la monarquía visigoda (22) que al no ser hereditaria estuvo sometida siempre a las luchas entre cabecillas y además eso no favoreció al arraigo popular.

Asimismo, los invasores aprovecharon la orografía del país, las distancias entre comarcas y valles, etc. También hay que recordar el poco arraigo que tenía el catolicismo en muchas zonas dominadas por los arrianos poco o nada catequizados y, finalmente, la documentada cooperación de los judíos que desde el Concilio XVII de Toledo notaban el peso del yugo cristiano (23).

El crisol de las tres culturas en realidad se produjo sobre la base mozárabe que era el basamento más estable y sobre los godos arrianos convertidos al islam que eran la mayoría de la población, luego estaban los judíos y los 50.000 árabes y 200.000 bereberes que llegaron a lo largo del primer siglo del nuevo califato de Córdoba (24).

Desde Abderramán I (756-788) hasta el Abderramán III, tiene lugar el califato y el momento álgido llegó con Alhaquen II y la espléndida biblioteca de Córdoba, con sus más de 400.000 volúmenes (42). Pero llegó la traición  del jefe militar Almanzor que conquistó el poder, destruyó gran parte de la biblioteca, todo lo que no fuera matemáticas y medicina (43) y rompió la dinastía (29).

A partir de la muerte de Almanzor (1002) y, después, de la invasión de los almohades y la organización de los reinos de taifas comenzó el ocaso. La constitución del reino nazarí en Granada de 1232 hizo presagiar lo peor, el encierro y el exilio de la cultura musulmana (38) que culminó con la caída de Granada en 1492.

En cualquier caso se nos recuerda que ”Al-Ándalus emerge como el menos oriental de los países islámicos. Aquí la lengua romance siguió usándose hasta en presencia del califa. Los árabes de raza formaban un reducidísimo estrato de la población. A los judíos se les reconocía una indudable influencia; incluso en la esfera pública. Las costumbres populares impregnaron de su falta de rigidez hasta a personalidades distinguidas por su ortodoxia, por ejemplo Almanzor, columna de la religión, instituyó el domingo como día de descanso para todos sus soldados y bebió vino toda su vida, a excepción de los dos últimos años de su vida, según informa al-Maqqari” (30).

En la Córdoba omeya, la mayoría de la población sabía leer y escribir (34-35). Además el derecho malakí, la ciencia, música, la literatura, la poesía, y el arte fluían desde Córdoba por el norte de África hasta Damasco y Bagdad y por las rutas marítimas del mediterráneo (37).

Nuestro autor irá recorriendo los autores y sus obras principales, influencias e influjos, desde la primera historia de la filosofía en Al-Ándalus la hizo en el siglo XI Said el Al-Andalusí, muy relacionado con los judíos de Toledo (53), hasta el final de 1492: Avicena, Averroes, Avicebrón, etc. 

 

José Carlos Martín de la Hoz

Andrés Martínez Lorca, La filosofía en Al Ándalus, ed. Almuzara, Córdoba 2017, 526 pp.