El precio del dinero

 

El profesor Edward Chancellor (Reino Unido 1962), historiador financiero y periodista económico ha realizado un ameno e interesante trabajo, chispeante, lleno de anécdotas y de recuerdos históricos para plantear con toda crudeza la cuestión de los tipos de interés.

Asunto que ha traído de cabeza a los economistas a lo largo de la historia, pues sigue siendo un misterio relacionado con la libertad y con la ley de la oferta y la demanda, pues como el propio autor subraya en el inicio de su trabajo: “La cuestión más importante que se aborda en este libro es si una economía capitalista puede funcionar de forma adecuada sin un interés determinado por el mercado” (28).

Es muy interesante que en pleno siglo XXI vuelva a plantearse la cuestión del precio del tiempo, es decir del tipo de interés que se puede pedir en una préstamo en precario por parte de una entidad bancaria o de un particular, sin recaer en la usura que ya había sido condenada, tanto por los textos sagrados como por los filósofos de la antigüedad y que fueron aprobados por Francisco de Vitoria y la Escuela de Salamanca para relanzar la economía europea del siglo XVI tras la expulsión de los judíos de Europa y en plena globalización por la entrada del oro americano y las especies del extremo oriente.

En ese sentido llama la atención que nuestro autor comencé prácticamente en la prehistoria con los habitantes de Babilonia y las tablitas de arcilla, el código Hammurabi, para recorrer rápidamente la historia hasta el XVIII y la moderna economía desde John Locke, Adam Smith, es decir en el siglo XIX y XX de nuestra era, realizando un recorrido por toda la historia de la economía, incluso con una gráfica muy ilustrativa (15). Las referencias a la Escuela de Salamanca son escasas, aunque si refleja los préstamos con bajo interés.

En cualquier caso, para nuestro autor hay una clara relación entre los grandes indicadores económicos: “Si la tasa de interés está vinculada a la rentabilidad, como la mayoría de los economistas han defendido desde los tiempos de Adam Smith, entonces el nivel de los tipos y el ritmo de crecimiento económico (ósea, la tasa de rendimiento para el conjunto de la economía) también deben estar conectados. Así el nivel tendencial del crecimiento económico podría verse como un indicador razonable del tipo natural” (28).

El trabajo está lleno de muchos e interesantes asuntos relacionados con los tipos de interés. No podemos terminar este breve comentario de este libro sin hacer referencia a la acumulación de la deuda a lo largo de la historia y, sobre todo, al crecimiento geométrico de la misma desde tiempos inmemoriales lo que produce verdadera fascinación (41).

José Carlos Martín de la Hoz

Edward Chancellor, El precio del tiempo. La verdadera historia de los tipos de interés, Ediciones Deusto, Barcelona 2024, 539 pp.