Con este audaz título, se presenta el sintético e interesante trabajo publicado por el actual arzobispo de Filadelfia, Mons. Charles J. Chaput (1944), en donde aborda la temática de la Nueva Evangelización de Estados Unidos. La novedad del libro radica en que se trata de un país que, como la comunidad europea, ha cambiado mucho, pues impera una cultura y en una civilización que quiere ser poscristiana pero que, en realidad, todavía no se ha llegado a consumar, pues, gracias a Dios, todavía se conservan en ella, muchas raíces cristianas, lógicamente, pues viven en ella muchos cristianos coherentes que las vivifican.
Justamente, el obispo franciscano Mons. Chaput, haciendo honor a la espiritualidad franciscana llena de alegría y confianza en Dios (18) busca fortalecer el optimismo de los lectores, para lo que presentará, convincentemente, las palabras del papa Francisco, de la Evangelii gaudium, donde nos habla de la piedra de toque de la verdadera alegría: la confianza en Dios y la certeza de la oración (nn. 84-86).
Precisamente, porque los problemas doctrinales y morales de nuestra sociedad son evidentes y han anidado en las conductas de muchos de nuestros contemporáneos, es preciso formarnos nosotros muy bien y asimilar y ahondar con luces nuevas la doctrina del evangelio de nuestro Señor Jesucristo, llenarnos de coherencia y fe y vida y, como células vivas, intentar contagiar a los que nos rodean y sobre todos a los jóvenes que se multiplican a una gran velocidad y tienen más recorrido que nosotros (12).
Es al final del capítulo introductorio cuando, al hablar del giro operado en la sociedad americana, donde el cristianismo estaba por encima de los intereses partidistas y, por tanto, era lugar común de encuentro, ha pasado en muy pocos años, a ser considerado por muchos como un enemigo para el progreso, de ahí que el libro adopte ese atrevido título: “Extranjeros en tierra extraña” (32).
Por otra parte, después de desarrollar someramente la historia del catolicismo en los Estados Unidos desde su fundación hasta nuestros días y, consiguientemente, los problemas con los que se ha tenido que enfrentar, concluirá con un dato contundente: la comunidad católica es ya la más numerosa de la Unión, aunque indudablemente ha influido la inmigración, especialmente latina, y además la formación no es que sea muy profunda. Por tanto, nos dirá, hay mucho fermento para una masa tan importante como es Estados Unidos (77). Además, inspirándose en el papa Francisco, en la Laudato Si, sobre la creatividad de los hombres añadirá: “el cristianismo es una religión inquieta, que nos lleva más allá de esta vida, pero también trata de santificar el mundo” (93).
Finalmente, se extenderá con un comentario a las bienaventuranzas (211-235) para devolver a los católicos americanos el orgullo de ser hijos de Dios y llamados a un mayor compromiso con Dios (241). El capítulo dedicado al comentario a la epístola a Diogneto contendrá el programa que propone el autor: centrarnos en Jesucristo, como hicieron los apóstoles y llevar su doctrina salvadora hasta el último rincón (257-277).
José Carlos Martín de la Hoz
Mons. Charles J. Chaput, Extranjeros en tierra extraña. Vivir como católicos en un mundo poscristiano, ediciones Palabra, Madrid, 2018, 333 pp.