Pienso que las tensiones que últimamente se están viviendo en España tienen bastante que ver con la enseñanza de la historia. Por una parte, se hace demasiado hincapié en lo particular, en lo local, y se desconoce o incluso se rechaza el conjunto; y por otra, se dan por buenos numerosos tópicos repetidos una y otra vez, sin molestarse en contrastarlos o en acudir a investigaciones serias. El resultado es la ignorancia y, al que no sabe o que sabe poco, es más fácil manipularlo y convencerlo. Conozco personas con estudios universitarios y una buena preparación profesional que, sin embargo, no saben quién fue Isabel la Católica o solo les suena de oídas.
Imperiofobia y Leyenda Negra, de María Elvira Roca Barea, es uno de los libros más interesantes que he leído este año y me alegra que vaya ya por la duodécima edición. Un texto que recomiendo a políticos, periodistas y profesores, en primer lugar. Un libro serio, documentado, bien escrito, en el que la autora, después de definir el concepto de imperiofobia y de explicar brevemente cómo se dio con Roma, con Rusia y cómo se está dando con Estados Unidos, pasa a estudiar la llamada "leyenda negra" sobre el Imperio español. Hay que subrayar que son muy acertadas las distinciones que la historiadora hace sobre conceptos como "patriotismo" y "nacionalismo" o "imperialismo" y "colonialismo", entre otros.
Desde el humanismo italiano y, sobre todo, a partir del protestantismo en Alemania, Países Bajos e Inglaterra, nos explica cómo se ha ido desarrollando la imperiofobia anticatólica y antiespañola desde entonces hasta nuestros días, tanto fuera como dentro de España, y cómo se silencian hechos, se ocultan o manipulan datos, con el único objeto de mantener esa visión degradante y sesgada de unos acontecimientos y sus protagonistas que, cuando se estudian con rigor, desvelan una realidad muy distinta –compleja y llena de matices, como sucede con todo hecho histórico–, llena de aportaciones audaces y enriquecedoras, como, por poner algún ejemplo, el gran número de universidades y hospitales –superior al de iglesias y catedrales–, que se levantaron en muchas ciudades de Hispanoamérica unas décadas después del descubrimiento; o el papel de canonistas y teólogos de la Escuela de Salamanca a favor de los derechos de los indios. Como contraste, María Elvira Roca denuncia el silencio que pesa sobre la falta de libertad –con represiones terriblemente crueles, a veces– que han padecido los católicos en Alemania, Inglaterra, Países Bajos o Estados Unidos –prolongada en algunos casos hasta el siglo XX–, en ambientes que tan a menudo se ponen como modelos de tolerancia y de respeto a la libertad religiosa. Son solo unos botones de muestra, para invitar a la lectura del libro.
La autora, además, no parece sospechosa de dejarse llevar por determinados sentimientos y creencias, pues deja claros sus puntos de vista en la introducción y recuerda, ya casi al final del libro, que "no soy católica más que de refilón". Una investigadora seria que busca la verdad y la confronta con la mentira y la manipulación. Además, los datos bibliográficos que aporta permiten al lector aumentar los conocimientos sobre las cuestiones tratadas.
Luis Ramoneda
María Elvira Roca Barea. Imperiofobia y Leyenda Negra. Ed. Siruela 2016.