El catedrático de historia de la filosofía, del pensamiento y de las ideas políticas de la Universidad Complutense, Jose Luis Villacañas, nos ofrece en este libro que ahora presentamos, una investigación sobre el Quijote, fruto de muchas horas de pensamiento, lecturas y de trabajo.
Comienza por recordar las lecturas de Freud sobre Cervantes y, en concreto, sobre El Quijote, no solo en sus tiempos de estudiante, sino también a lo largo de toda la vida, y sobre todo las referencias en sus escritos. Lógicamente, al ser don Quijote un caballero andante, un loco egregio, Freud se entretiene en estudiar su posible neurosis, como si fuera un enfermo real. Además, el propio Freud analiza, como psiquiatra, el conjunto del personaje creado por Cervantes (107).
Seguidamente, será el propio Profesor Villacañas quien se adentrará, como estudioso de la época, a escribir su propia interpretación del tema, y nos ofrecerá un exhaustivo y erudito estudio histórico-filosófico sobre el Quijote y el peculiar mundo cultural y religioso en el que nace y se expresa esta obra cumbre del siglo de oro de la lengua castellana.
A pesar de lo que hemos dicho, no debemos aclarar que no estamos ante un libro de psiquiatría, ni de historia, ni de filosofía, sino ante un ensayo erudito del profesor Villacañas quien, tomando pie de los apuntes de Freud sobre la salud mental del Quijote, ha decidido reunir las corrientes de pensamiento que podrían haber influido en la mente de Cervantes, quien hablaría por la boca del Quijote y además las coteja con las opiniones de Freud, Unamuno y Ortega y Gasset, y otros muchos autores citados y comentados a lo largo de las páginas de esta obra.
El resultado final es la visión muy personal de Villacañas, sobre el catolicismo de Cervantes (70-71), el erasmismo del Quijote (67), la situación de la Iglesia católica después del Concilio de Trento (43), la crisis de la Iglesia Reformada (66-67), el fin del gnosticismo (49,63-64,67) y la crisis producida en la filosofía desde Descartes (71,75).
Lógicamente, es difícil estar de acuerdo con la mayoría de las tesis que establece nuestro autor, pues muchas de ellas están redactadas para provocar al lector, al plantear temas novedosos y comparaciones aventuradas sin fundamentar o meras intuiciones, como cuando afirma: “Entre un catolicismo que ya no podía ser universal y un Estado que nunca sería soberano, don Quijote es el héroe errante en un mundo escindido y roto, sin soberano estatal ni Iglesia universal: el mundo español” (32).
Otra cuestión importante es el problema teológico que plantea acerca de la redención y la salvación, donde las opiniones vertidas son insustanciales para llegar a una conclusión tan importante como falsa: “don Quijote surge de un trauma que hace de su Dios un ser impotente” (75).
Evidentemente el profesor Villacañas en otros momentos desarrolla de modo completo e inteligente, como cuando trata del buen humor en el Quijote (23, 43-44, 89, 98). En cualquier caso, el libro está perfectamente resumido en la contraportada donde está escrito: “No consta que Miguel de Cervantes leyera a Sigmund Freud, pero sí que Freud leyó a Cervantes desde su juventud. José Luis Villacañas los ha leído a ambos, y nos invita en este ensayo a interpretar de la mano del padre del psicoanálisis ese sueño de Cervantes que fue don Quijote (con perdón de Unamuno)”.
José Carlos Martín de la Hoz
José Luis Villacañas, Freud lee el Quijote, ed. La Huerta Grande, Madrid 2017, 112 pp.