Los ojos de Mona

 

Hace unos años quedé sorprendido con la lectura del “Mundo de Sofía” (J. Gaarder, Siruela, 1994), una magnífica novela en la que se narraba toda la historia de la filosofía de manera sencilla y breve. Era impresionante constatar cómo la historia del pensamiento quedaba reflejada vivamente en el tránsito del enloquecimiento de la novela con la aparición imprevista de conejos que hablaban en Alicia y el país de las mil maravillas frente al orden cartesiano. En efecto, la humanidad habría enloquecido con el brusco giro del realismo tomista frente al inmanentismo cartesiano y el caos posterior.

En esta ocasión, Tomas Schlesser, profesor de la Escuela Politécnica de Paris y director de la Fundación Hartung-Berman, nos ha sorprendido con una magnífica novela destinada a explicarnos la historia del arte europeo desde el renacimiento hasta nuestros días. Verdaderamente, ha redactado una novela de éxito, destinada a ser como el mundo de Sofia, pero en la historia del arte.

La atenta visualización de 52 magníficas obras de arte y las consabidas y breves explicaciones de las mismas, realizadas primero técnicamente y, después, por la entretenida e inteligente conversación de un sabio y experimentado abuelo con su despierta nieta que hacen de esta novela un magnífico ejemplo de cómo puede devolverse a la humanidad la cordura y la sensatez a través de la contemplación de la belleza.

La ventaja de que sea un abuelo quien hable con su nieta a la que ama y valora y, a la vez sabe observar los ojos de la nieta que escucha a su abuelo, sirve para establecer un marco sencillo y fácil de alcanzar por el lector. Los museos del Louvre, Orsay y Beaubourg son las tres sedes de los cuadros.

Realmente, las explicaciones de Thomas Schlesser sirven a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, siempre necesitados de una lectura desde los clásicos y desde el arte para poder afrontar el mundo de hoy y encontrar razones y soluciones a los problemas de nuestro tiempo.

Efectivamente, en el propio libro se incluyen la reproducción exacta y suficiente, a buena resolución, para poder saborear desde la distancia la contemplación de Venus y las tres gracias de Botticelli, donde el abuelo enseña a su nieta la importancia de tres cosas sencillas e importantes en la vida: aprender a dar, a devolver y a recibir (37). La energía serena de felicidad que trasmite Leonardo en la Gioconda (47), el desapego de María en la bella jardinera de Rafael (55), la imaginación llama a la imaginación en Tiziano y el concierto campestre (62). Incluso los cuadros de motivos religiosos están bastante bien tratados, como podría ser la cruz de Malévich (365) o las monjas de Port Royal (115). Un libro que merece ser leído con mucho detenimiento pues se aprende bastante, especialmente de arte contemporáneo, como, por ejemplo, con el cuadro de Kandinsky (349).

José Carlos Martín de la Hoz

Thomas Schlesser, Los ojos de Mona, una novela en 52 obras maestras, Lumen, Barcelona 2024, 503 pp.