¿Más de lo mismo?

 

Cuando leo a algunos autores contemporáneos, a veces muy premiados o elogiados, termino a menudo con la impresión de que se trata de variaciones sobre el mismo tema. Me acaba de ocurrir con La elegancia del erizo, de Muriel Barbery, que me recomendó un amigo. Es una novela original, está bien escrita, aunque unos personajes me han parecido más logrados que otros; y la autora hace una crítica demoledora de la alta burguesía parisina. Hay algún punto de inverosimilitud, pues parece difícil que una portera que no ha podido cursar más que estudios primarios, aunque sea una gran lectora, nos haga digresiones sobre Husserl y otros filósofos.

Sin embargo, ¿qué nos deja la lectura de la novela?: una mezcla de cinismo y de nihilismo, consecuencia de un axioma del que muy a menudo se parte en la cultura actual, por lo menos en la de occidente: las personas inteligentes son ateas, la vida carece de sentido, los creyentes son tontos o inmaduros… Sin embargo, con este punto de partida, al parecer indiscutible, todo se desvanece, comenzando por la crítica de la sociedad que hace la escritora. Hay un personaje en la novela, la niña superdotada, que da la impresión de que sí se da cuenta de las consecuencias de este modo de pensar, porque comienza con una actitud cínica y nihilista radical muy consecuente –hasta el punto de fijar la fecha en la que se va a suicidar–, pero cambia al ver la actitud generosa de uno de los protagonistas de la novela, y parece que esto la abre a la búsqueda de sentido.

La lectura de La elegancia del erizo ha coincidido afortunadamente con la de Fe, verdad y tolerancia del cardenal Ratzinger, una acertada recopilación de textos profundos, precisos, valientes, luminosos, en los que critica el relativismo imperante y nos ayuda a comprender que verdad, bien, libertad y amor no se pueden separar y que, en el origen de todo, están la paternidad divina y las enseñanzas de Jesucristo, y que así se explica por qué el cristianismo no es una más entre las religiones.

Luis Ramoneda

Muriel Barbery, La elegancia del erizo. Booket 2012.

Cardenal Joseph Ratzinger, Fe, verdad y tolerancia. Ed. Sígueme 2010.