Club Familiar Septimánia

13 de Noviembre a las 19:00 H.

 

Barcelona.

Octubre, 2014

Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea

Pitcher, Annabel

Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea narra la historia de Jamie, un niño de diez años que desde su perspectiva ingenua nos narra el deterioro que ha sufrido su familia tras la muerte de su hermana Rose en un atentado islamista, cinco años atrás. La madre los abandonó, el padre ahoga las penas en el alcohol y Jasmine, la gemela de Rose, no come y se ha teñido el pelo de color rosa para dejar de parecerse a su hermana fallecida.

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Imagen de Pipa

Narrada en primera persona, es una historia conmovedora, dramática y a la vez llena de humor y esperanza. La narración está en boca de Jamie, y es tan realista como llena de ternura. No puedes evitar ponerte de su parte y ver el mundo a través de sus ojos.
Han pasado cinco años desde que Rose murió en un atentado terrorista islámico en el centro de Londres. Toda su familia ha quedado marcada por este hecho. Y cada cual ha reaccionado de una manera. Jamie es el único que no ha llorado la muerte de su hermana. Era demasiado pequeño y no se acuerda. Las cosas no van bien desde entonces. Y él vive con la esperanza de recuperar a su familia. Es un pequeño gran superviviente en este contexto.
La lectura de esta novela atrapa al lector desde el primer capítulo. Con frases cortas. A veces incompletas, expresivas, va transcurriendo el punto de vista de Jamie, con su lógica de chaval de diez años, listo, observador, tierno y fuerte a la vez.
Llama la atención la singular estructura gramatical del texto, lleno de descripción y diálogos agudos. No utiliza signos de interrogación y prescinde a veces de "comas", " dos puntos", etc... Los diálogos se presentan con letra cursiva dentro del texto, sin guiones, con un uso expresivo de las mayúsculas.
La novela transcurre sobre hechos ocurridos y no asimilados. Por ejemplo la muerte de Rose, o dónde reposen sus restos; la unidad familiar: a veces no se ve quién te necesita de los que tienes alrededor; los prejuicios irracionales o las generalizaciones (que generalmente son injustas); la complicidad entre hermanos... Creo que es una obra que vale la pena leer.

Imagen de Azafrán

¿Por qué un niño que pude llegar a autolesionarse? ¿Por qué una joven puede caer en la anorexia? ¿Cómo es el dolor de la soledad, del abandono por parte de una madre? ¿Cómo se siente un niño que vive con un adulto que sólo piensa en su propio dolor, y que huye de su dolor emborrachándose? ¿Puede un adulto negarse a aceptar la muerte de un ser querido? ¿Puede soportar solo ese dolor? ¿Y si se rebela sufre más aún y hace sufrir a los que tiene a su alrededor?
“En el tercer aniversario de la muerte de Rose, papá se emborrachó y se puso a meterse con mamá… Os vais a separar papá y tú le pregunté… Mamá sorbió con la nariz. Ya estamos separados murmuró.” Pág.77
¿Puede olvidarse una madre del hijo de sus entrañas? Puede, lamentablemente. En su huida del dolor puede buscar consuelos que le lleven a romper su matrimonio y la vida afectiva de sus hijos. ¿Es mejor una religión como la musulmana que no permite el divorcio, que la cristiana? ¿Es la familia lo más importante para los hijos?
“Le contó que llevaba toda la vida viviendo en el Distrito de los Lagos y que su padre era médico y su madre veterinaria y que tenía un hermano en el instituto y otro mayor en la Universidad de Oxford. Qué familia tan inteligente, y parecía impresionado… Gracias por traerme dijo Sunya y salió de un salto del coche con la bolsa de plástico balanceándose en su mano… y Sunya se fue corriendo, con la sábana blanca ondeando al viento. Parece buena chica esta Sonia.
De repente me entraron ganas de gritarle SE LLAMA SUNYA Y ES MUSULMANA.” Pág. 84
Jamie Matthews llegó a la escuela desde Londres. Chico nuevo y pelirrojo. Chico rechazado y burlado. La única compañera que se siente unida a él, también rechazada por llevar yihab, Sunya. Le ayuda a soportar las humillaciones, las acusaciones falsas y le venga dos veces del “repollo” vengativo, Daniel. Chica lista aunque musulmana.
Jamie no sabe a qué carta quedarse: su padre odia los musulmanes, en general, pues en un atentado terrorista de musulmanes perdió a su hija Rose.
Sin embargo, Sunya ayuda y acompaña a Jamie en la escuela, su familia parece normal, incluso intelectual. Su padre no quiere que se relacione con musulmanes y él aprecia a Sunya.
Concentrado en su odio, su padre se dedica a las borracheras. Jasmine intenta suplir a su madre y dedica su tiempo a acompañar y a atender a su hermano Jamie. Invisibles para su padre ambos hermanos se descubren y se comprenden. Pero para Jamie todo lo importante era que sus padres se reconciliasen y a esa tarea dedica todo su ingenio. Sorprende la frialdad con la que la madre les visita y se aleja de nuevo de sus vidas.
Jasmine come cada vez menos y busca el apoyo en los dictámenes del horóscopo. Se viste de negro con el pelo rosa y se enamora de un punky de pelo verde, cargado de pearcings.
Además del profundo dolor, tal vez por ese profundo dolor, se muestra rebelde con la idea de Dios: “Papá arrancó sin decirme adiós. Mientras su coche se aleja a por la calle abajo, levanté hacia el cielo el dedo corazón. Llevaba en él no uno sino dos anillos, la piedra blanca y la marrón casi tocándose. Renegué de Dios y de Moisés. Luego incliné el dedo hacia abajo y renegué de mi padre y desobedecí el cuarto mandamiento y me sentí mejor”. Pág. 126
El gato de Jamie, pelirrojo como él, Roger, muere en un accidente de tráfico y su padre le ayuda a enterrarlo en el jardín. Ambos tienen que enterrar el pasado. El padre las cenizas de Rose que aún reposan sobre la repisa de la chimenea. Y para ayudar a su hijo en su dolor por la pérdida de su gato, ambos desharán de los restos. Al final del relato se ilumina la historia: el padre acepta que debe dedicarse a sus hijos vivos. Comienza a trabajar de nuevo y les prepara la cena. Parece de nuevo que forman una familia.
El tema de la incineración y qué hacer después con las cenizas flota en medio de la crisis de aceptación de la muerte de Rose.

Imagen de acabrero

Además de lo ya dicho por Ran y por enc, añadiría que el libro tiene interés por el planteamiento que se hace de tres temas de fondo. En primer lugar un modo muy delicado de advertirnos de esa fobia que con tanta frecuencia tenemos hacia el emigrante, especialmente el musulmán. Es verdad que carga la mano, quizá innecesariamente, pero en esta novela los buenos son los musulmanes. Supongo que con intención explícita de la autora. En segundo lugar resalta mucho la dureza de la ruptura familiar. El lector no puede creer que una madre pueda ser tan despiadada. Y en tercer lugar, a mí me ha parecido especialmente interesante el tratamiento que se hace de la muerte. Aquí es donde más claramente hay un deficiente conocimiento de la vida cristiana, y da pena que pueda haber tanta gente que no entienda cual es el sentido de la vida. Me parece que el libro es muy recomendable porque hace pensar en todo esto, no porque vea una solución positiva.

Imagen de enc

"Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea" es un cuento relatado por un niño. Hay varias obras recientes que utilizan a un niño como narrador: "El niño con el pijama a rayas", "Antes de morirme" o "El curioso incidente del perro a media noche". Todas tienen en común la ingenuidad e inseguridad del joven frente al mundo de los mayores. Los cuentos clásicos acudían a los miedos del niño para conmoverle: la pobreza, la oscuridad del bosque o las brujas y los bandidos. Hoy lo que asusta a los niños es la separación de sus padres, la falta de amor, la sensación de no tener un hogar, el acoso escolar o el miedo a lo desconocido. Ya no hay dragones o brujas, pero el mundo está dividido en personas buenas y malas, en razas buenas y malas. Todo esto lo encontramos en la obra de Annabel Pitcher. Resulta algo sombría en un principio, pero luego va combinando las situaciones positivas con otras más duras. Recuerdo cómo cuenta Victoria Gillick la separación de sus padres en "Relato de una madre". Pienso que es un libro, el de Victoria, que no deberíamos nunca dejar de leer y recomendar.

Imagen de Ran

Novela encantadora y con fondo; afronta un tema serio e interesante: las secuelas del terrorismo y el efecto devastador sobre una familia, pero, aún evaluándolo en toda su crudeza, el protagonista, Jamie, de 10 años de edad, lo hace muy humano e, incluso, entrañable.
Los personajes están bien dibujados y el “tempus” de la narración es el adecuado para mantener el interés y dar frescura al relato, haciéndolo incluso divertido.
Jamie se gana el afecto del lector desde las primeras líneas de la narración, afecto y cariño que va creciendo a medida que avanza la historia: ofrece una perspectiva positiva y alentadora de afrontar una tragedia.
Con sensibilidad exquisita, y desde la psicología de un crío de 10 años, la autora presenta unos valores humanos que abren la puerta y alientan la esperanza para una solución del problema.