Moderador: Gabriel Rodríguez Pazos
Universidad Villanueva. Costa Brava 6, Madrid.
Cuarto miércoles de mes, a la hora del almuerzo.
Después de triunfar en media Europa, el bailarín Juan Martínez fue sorprendido en Rusia por los sucesos de 1917. Allí sufrió los rigores de la revolución y la guerra civil que le siguió. Chaves Nogales, cautivado por sus peripecias, decidió recogerlas en estas brillantes páginas.
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Una novela interesantísima de
Una novela interesantísima de un escritor magistral. Particularmente tengo muy en cuenta su visión sobre la revolución bolchevique, habida cuenta que fue un escritor poco sospechoso de estar de un bando u otro, ya que fue denostado tanto por la izquierda como derecha por su posición crítica hacia ambas posturas. Escrita a base capítulos cortos, casi periodísticos, enlaza la vida del protagonista y sus avatares por la Rusia revolucionaria. Mención especial a sus aventuras por la actual Ucrania y los palos que sufrieron en Kiev. De los excesos de la sociedad zarista a los abusos bocheviques, el protagonista trata de sobrevivir con imaginación, trabajo y audacia. De lo que más me gusta es que aunque novelada se trata de historias basadas en hechos reales. Eso lo hace todavía más estremecedor.
Con una prosa sobria y
Con una prosa sobria y elegantísima, Manuel Chaves presenta un relato en primera persona de la vivencia de Juan Martínez, artista, durante la deposición del zar de Rusia, la guerra civil que se desencadenó, y la implantación de la revolución bolchevique.
Sin desarrollar un discurso político expone una situación extrema de opresión y terror agravada por el hambre y una epidemia de tifus .
De modo clarividente analiza la situación y los avatares de la guerra civil entre blancos y rojos, y avanza una explicación de por qué la balanza se decantó del lado de los bolcheviques.
Sin exageraciones ni aspavientos relata situaciones y hechos que atentan contra la libertad y la dignidad humana, con atropellos injustificables, rayanos a una brutalidad impensable por ambos lados de los contendientes de la guerra civil, y la implantación de la revolución bolchevique.
La obra cobra especial valor al exponer una historia vivida en primera persona y relatada únicamente con el interés de exponer los hechos reales en los que el protagonista se juega la vida a cada paso. Protagonista que manifiesta una categoría humana impresionante jugándose la vida por no abandonar a Sole, su mujer, protegerla y correr la misma suerte que ella. Muestra también una entereza y fortaleza excepcionales, sin dejarse avasallar, a la hora de afrontar situaciones comprometidas en las que se juega la vida.
Escrito en primera persona,
Escrito en primera persona, como ya hizo con el de Belmonte, pero con la truculencia propia de una situación de guerra, de revolución, que para nada podría haber imaginado el protagonista ni su mujer que le acompaña y trabaja con él. Ellos están triunfando con el flamenco por Europa y el estallido de la Guerra Mundial les lleva a refugiarse en Rusia donde, poco después, estalla la revolución comunista. La historia que aquí se narra es una sucesión de huidas, un conste esconderse de las barbaridades que ocurren, con unos y con otros. Por lo tanto cuentan más los sucesos que la persona del protagonista, o la persona de su mujer, que le acompaña. Admirablemente escrito, con capítulos cortos, se lee con rapidez. Leer artículo >>
Con una técnica similar a la
Con una técnica similar a la de su magistral biografía Juan Belmonte, matador de toros, Chaves Nogales nos sorprende con un relato en primera persona de los horrores de la Revolución Bolchevique. El escenario es Kiev y otras ciudades entonces rusas, durante 1917 y los años que siguieron. La guerra, las checas, las atrocidades, el hambre (mucha hambre) y la muerte (mucha muerte) jalonan las jornadas de Juan Martínez (un burgalés, bailarín de flamenco, al que Chaves Nogales conoció en París) y su mujer Sole. La prosa ágil y contundente de Chaves Nogales nos transmite, con una gran viveza no exenta, en ocasiones, de cierto humor castizo, la visión imparcial de un Juan Martínez que repite que él de política no entiende y que solo luchaba por sobrevivir en "aquel mundo de pesadillas". Al cabo de seis años e increíbles peripecias, Juan y Sole consiguen escapar y, después de pasar por España, se establecen en París. Los episodios narrados pueden parecer inverosímiles por inhumanos, pero, desgraciadamente, la historia de los horrores vuelve a repetirse en el mismo escenario un siglo después.
Es un relato realmente apasionante, que atrapa desde el primer capítulo. Contado en primera persona por el protagonista, un bailarín de flamenco, que huye con su mujer a Rusia, escapando de la 1ª Guerra Mundial, y que va a conocer en vivo los terribles episodios de la Revolución Bolchevique. A pesar de las duras condiciones en las que tuvo que sobrevivir y de los estremecedores sucesos de los que fue testigo, el narrador no pierde el optimismo y las ganas de vivir, incluso tiene cierta gracia en algunos momentos. Es un relato del que se aprenden muchas cosas de la Revolución rusa, pues cuenta el día a día: el hambre, la crueldad de algunos y la bondad de otros, los continuos cambios de gobierno de rojos y blancos... Y además de todo esto, está magníficamente escrito. De verdad, quien lo empiece a leer no se arrepentirá y se verá enganchado en su lectura, que por cierto es muy llevadera porque está formado por capítulos breves.