Corta pero intensa novela en la que Ramoneda nos deleita con su buen escribir y sus recuerdos de infancia. Merece la pena su lectura porque nos transporta a una época y lugares del norte con gran detalle y belleza.
Entrañable novela costumbrista de ámbito rural, de tradiciones pasadas no hace mucho. El vocabulario de Ramoneda hace la trama hogareña, familiar. La historia versa sobre los años que una familia y su protagonista pasaron en un pueblo imaginario "de localización incierta". Me ha gustado mucho, y es para todos los públicos, se la recomendaré a mis hijas.
Delicioso libro el que nos ofrece Luis Ramoneda. Mediante un texto muy bien trabado, de vocabulario selecto, preciso y bello, pero de prosa sencilla, que no se interpone entre el lector y el relato con artificiosidades innecesarias, el autor nos sumerge en los recuerdos de su infancia. Ramoneda vuelve a mirar con ojos de niño y recupera la capacidad de asombro infantil para presentarnos una visión pura de personas y sucesos. El enfoque positivo y optimista transmite una alegría de vivir reconfortante.
Con una riqueza de vocabulario sorprendente, el autor recrea un lugar que, aunque no tenga nombre ni fecha, podemos imaginar que tiene mucho que ver con su propia vida. No se puede mostrar un lugar tan rico de posibilidades sin conocerlo. Es una descripción de sitios y de personas, que sin duda dejaron huella en su vida. Se lee con gusto porque la riqueza de la narración es amable y atrayente.
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Corta pero intensa novela en
Corta pero intensa novela en la que Ramoneda nos deleita con su buen escribir y sus recuerdos de infancia. Merece la pena su lectura porque nos transporta a una época y lugares del norte con gran detalle y belleza.
Entrañable novela
Entrañable novela costumbrista de ámbito rural, de tradiciones pasadas no hace mucho. El vocabulario de Ramoneda hace la trama hogareña, familiar. La historia versa sobre los años que una familia y su protagonista pasaron en un pueblo imaginario "de localización incierta". Me ha gustado mucho, y es para todos los públicos, se la recomendaré a mis hijas.
Delicioso libro el que nos
Delicioso libro el que nos ofrece Luis Ramoneda. Mediante un texto muy bien trabado, de vocabulario selecto, preciso y bello, pero de prosa sencilla, que no se interpone entre el lector y el relato con artificiosidades innecesarias, el autor nos sumerge en los recuerdos de su infancia. Ramoneda vuelve a mirar con ojos de niño y recupera la capacidad de asombro infantil para presentarnos una visión pura de personas y sucesos. El enfoque positivo y optimista transmite una alegría de vivir reconfortante.
Con una riqueza de
Con una riqueza de vocabulario sorprendente, el autor recrea un lugar que, aunque no tenga nombre ni fecha, podemos imaginar que tiene mucho que ver con su propia vida. No se puede mostrar un lugar tan rico de posibilidades sin conocerlo. Es una descripción de sitios y de personas, que sin duda dejaron huella en su vida. Se lee con gusto porque la riqueza de la narración es amable y atrayente.