El siglo XVI
español y, en concreto, la Escuela teológica de Salamanca, han
pasado a la historia como una de las épocas más fecundas del saber
teológico. En el seno del convento de San Esteban de Salamanca y a
través de la docencia de Francisco de Vitoria y Domingo de Soto, se fue
fraguando una nueva síntesis del pensamiento católico. Con el
sentido humanista, el estudio directo de Santo Tomás y el resurgir de la
teología positiva, bien anclada en las fuentes y atenta a los problemas
de la época, surgió un nuevo modo de hacer teología. Volver
a recordar aquella época, sirve para tomar aliento en el quehacer
teológico de nuestro tiempo. Es indudable que profundizar en la
teología española del siglo XVI y de cómo se aplicó
al Nuevo Mundo, será fuente de inspiración para nuestro tiempo.
No se trata de copiar, sino de releer una teología que contiene una sopesada
relación entre fe y razón, como está impulsando Benedicto
XVI.
El
Prof. Josep-Ignasi Saranyana,
es una de las figuras más importantes del panorama
historiográfico actual. En estos últimos años ha publicado,
en cuatro gruesos volúmenes toda la información relativa a la
Teología en América. Ahora, en este nuevo trabajo, presenta al
alcance del gran público, el resumen de sus investigaciones, cubriendo de
este modo una laguna historiográfica.
Primero
fue la vida cristiana y luego la explanación de la fe. Los datos recogidos por
el Prof. Saranyana son impresionantes: miles de
catecismos, sermonarios, tratados teológicos, devocionarios,
pequeños autos sacramentales, y a la vez diccionarios y
gramáticas de todas las lenguas indígenas. Es claro que desde el
principio se realizó un gran esfuerzo por entender la lengua y las
culturas indígenas de modo que pudiera presentarse la fe católica
mediante ejemplos y expresiones inteligibles, como muestran esas joyas
catequéticas.
Los
últimos capítulos muestran como desde los años sesenta del
siglo XX la renovación de la teología y del neotomismo propiciado
por el Magisterio Pontificio dio paso a la recepción del Concilio
Vaticano II, pero también a corrientes de pensamiento que se separaron
de la letra y del espíritu conciliar. La
aparición y desarrollo de las llamadas Las teologías de la
liberación; un modelo europeo que terminó por no cuajar en
América. Como resume Saranyana: “La
Teología de la Liberación dio pie a importantes pronunciamientos
de la Sede
Apostólica, principalmente de la Congregación
para la Doctrina de la Fe.
Tales documentos no deben tomarse solo como meras advertencias
o correcciones, según los casos, sino también como verdaderas
aportaciones de carácter teológico, que extrajeron el
núcleo de verdad de las diversas propuestas de la Teología de la
Liberación y, separándolo de la ganga, lo ofrecieron a la
reflexión posterior, para la utilidad de la Iglesia. Tal es el
caso, en especial, de la exhortación postsinodal Evangelii nuntiandi, de 1975; de la instrucción Libertatis conscientia,
de 1986, un estupendo documento que constituye, en algún sentido, un
autentico manual de teología liberacionista; y
de la
encíclica Redemptoris missio, de 1990” (p.345).
José Carlos Martín de la Hoz
Academia de Historia Eclesiástica
Josep-Ignasi
SARANYANA, Breve historia de la teología
en América Latina, ed. BAC, Madrid 2009, 375 pp.