A los pocos días de conseguir el ansiado campeonato del mundo de fórmula I, Nico Rosberg comunicó a sus más allegados su decisión irrevocable de dejar la competición automovilística.
Todos sabemos que en los últimos tiempos su relación con Hamilton ha sido un pequeño calvario para él, debido a la arrogancia del inglés que ha intentado siempre menospreciarle tachándole de eterno segundón; pero lo que, verdaderamente le ha llevado a tomar tan inesperada decisión ha sido el poco tiempo que la absorbente competición le ha dejado para dedicarlo a la familia en estos últimos años.
En las noticias de los periódicos y de la prensa en general aparecerán diversas explicaciones a esta rara decisión en los tiempos que corren. Algunos afirmarán que no tienen ninguna necesidad económica para arriesgarse en cada curva de los circuitos, pues su estatus financiero y su procedencia de familia adinerada le permiten vivir holgadamente sin tener que jugarse la vida. Otros dirán que ya ha conseguido llegar a la cima del automovilismo como hizo su padre Keke Rosberg y éste puede ser un buen momento para la retirada a pesar de sus 31 años cumplidos.
Sin embargo la verdadera razón que le ha llevado a esta inusual determinación ha sido explicada por el mismo: "mi gran esfuerzo ha tenido un impacto en los que más quiero" "ha sido un verdadero esfuerzo familiar de sacrificio" y ahora "mi siguiente paso es ser padre y esposo". Sus palabras no dejan lugar a dudas. La prioridad de su vida es su familia, su esposa Vivian y su hija Alaia.
En la mentalidad dominante de la sociedad en que nos ha tocado vivir, la fama, el éxito personal y la satisfacción del propio yo, se colocan por encima de cualquier otra consideración vital y a ella se sacrifican, si es preciso, valores mucho más importantes y permanentes para el ser humano, como son la paz familiar y la atención y educación de los hijos. El hedonismo imperante no entiende más que de aquello que proporciona autosatisfacción, poder o protagonismo, olvidando lo esencial en la vida: el cariño y la entrega a la familia y a los amigos. Esta actitud acaba llevando a muchas vidas por la pendiente del vacío interior y el pesimismo existencial.
Nico Rosberg ha hecho la mejor elección, lo que permitirá sin lugar a dudas, que sus manifestadas aspiraciones de más descendencia se hagan realidad.
Juan Antonio Alonso
Presidente de Solidaridad y Medios