En la patria de Dante se estudian durante tres cursos de enseñanza superior respectivamente el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, pero permanece la idea de que se trata de un texto de difícil comprensión, accesible únicamente a los eruditos.
Contrariamente a esto, esta obra maestra de la literatura universal se creó para que la leyera el pueblo. Así lo muestra la historia del presente libro, que nace de las conversaciones del autor, primero con sus hijos -a petición propia- y los amigos de éstos, llegando a juntarse unos doscientos jóvenes; después con un grupo de amas de casa y, por último, con miles de chicos y adultos en toda Italia. De este trabajo surge la asociación Centocanti, una especie de Comedia viviente.
Dante no es un autor reservado a unos pocos elegidos, sino «uno de nosotros». Un descubrimiento que el autor del libro hizo con doce años, mientras cargaba cajas de botellas por las escaleras de una bodega, fulminado por el verso: «Tú probarás qué duro camino es el de bajar y subir por las escaleras de los demás». Esa intuición le llevó al estudio apasionado de Dante, descubriendo el hilo que recorre su obra: el deseo, la búsqueda del Bien, de ese «amor que mueve el sol y las demás estrellas».
Comentarios
Interesantísimo para
Interesantísimo para adentrarse en la lectura de la "Comedia" de Dante. Es el primer volumen de una obra que comprende un libro sobre el "Infierno", otro sobre el "Purgatorio" y otro sobre el "Paraiso". En este, por ser el primero de la serie, incluye una introducción de un gran interés para situarse en la gran obra de Dante. Después va avanzando comentando los cantos de esta parte, con ideas y sugerencias que ayudan a profundizar en esta obra, clásico entre los clásicos. Leer artículo 1 >>, leer artículo 2 >>
Magnífico estudio sobre la
Magnífico estudio sobre la obra de Dante que acerca su mensaje a nuestra vida y a nuestro tiempo. Con el subtítulo “Conversaciones sobre la Divina Comedia”, el libro tiene su origen en las charlas mantenidas por el autor, Franco Nembrini, con distintas personas y en diferentes ámbitos. Todo empezó con las preguntas formuladas por uno de sus hijos cuando estudiaba la obra en el colegio. El profesor Nembrini decidió convocar a los compañeros y amigos de su hijo los domingos por la tarde para resolver sus posibles dudas. A ellos, se fueron uniendo madres y padres interesados en el tema, hasta crear la asociación Centocanti con el objeto de hacer un trabajo sistemático de lectura crítica del poema dantesco.
Con este espléndido trabajo, Nembrini quiere demostrar que la Comedia de Dante es “una obra viva que, como todas las obras maestras, entra en diálogo con el lector a un nivel tan profundo que este en cierto sentido la reescribe” (p. 11). Porque todas las grandes obras literarias y lo que sus personajes dicen en ellas “habla de mí, me interroga y tiene algo que decirme”. Incluso, en el caso de este gran poema, el propio Dante afirma que escribe “para ayudar a mis hermanos los hombres a caminar hacia su felicidad, es decir, hacia su destino” (p. 19). Pero este camino va a ser largo y fatigoso, y en él habrá que mirar directamente a la cara del mal, y ascender escalón a escalón venciendo el mal paso a paso para después perdonarlo. Así pues, Dante en su deseo de entender hacia dónde le lleva la vida, intuye la posibilidad de un camino tortuoso que recorrerá hasta vislumbrar la forma de alcanzar el bien que la vida esconde misteriosamente (p. 65).
De esta forma, el profesor Nembrini, como el propio Dante, se convierte en nuestro guía para darnos las claves de acceso al sentido profundo del poema. En el Infierno, pasaremos por todos los círculos del pecado, que es la traición del deseo, la traición a la naturaleza del hombre. Pero además hay una consecuencia terrible: uno mismo nunca está libre de relaciones y responsabilidades, y los pecadores pueden arrastrar con ellos a las personas que aman, que se verán abocadas a sufrir sus mismas penas. Sin embargo, la gran lección de esta primera parte es que “igual que hemos entrado en el infierno, ahora hay que salir” (p. 197), porque el descubrimiento final decisivo es que el mal no es la última palabra.
En definitiva, solo se puede decir que la lectura de este ensayo es muy recomendable, porque “en estas fascinantes conversaciones se invita a emprender, en compañía de Dante, el viaje hacia un bien en el cual el alma se complace para vivir como hombres la aventura de la vida”.