Impresionante relato sobre el martirio de los benedictinos del monasterio de El Pueyo, en Barbastro, el 28 de agosto de 1936. También hay algunas referencias a los escolapios, claretianos, al obispo de la diócesis y a otros sacerdotes y laicos que murieron igualmente por la fe. El autor, benedictino fallecido en 2009, era adolescente entonces y fue testigo de los hechos. Además, se ha documentado sobre lo que no pudo ver directamente o sobre puntos dudosos. Una lección de amor a Dios, de fe, de perdón, de valentía realmente estremecedora y una muestra de la acción de la gracia en circunstancias realmente excepcionales. Prólogo de Juan Manuel de Prada.
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Impresionante relato sobre el martirio de los benedictinos del monasterio de El Pueyo, en Barbastro, el 28 de agosto de 1936. También hay algunas referencias a los escolapios, claretianos, al obispo de la diócesis y a otros sacerdotes y laicos que murieron igualmente por la fe. El autor, benedictino fallecido en 2009, era adolescente entonces y fue testigo de los hechos. Además, se ha documentado sobre lo que no pudo ver directamente o sobre puntos dudosos. Una lección de amor a Dios, de fe, de perdón, de valentía realmente estremecedora y una muestra de la acción de la gracia en circunstancias realmente excepcionales. Prólogo de Juan Manuel de Prada.