Italiano que siempre ha permanecido ligado a su pueblo natal, Asiago, aunque la II Guerra Mundial le llevó al frente de Rusia. Tras la retirada de 1943, a pesar de permanecer dos años como prisionero en un campo de concentración alemán, Rigoni pudo regresar a Italia. Precisamente estas vivencias de los años de guerra, junto con su amor a la naturaleza, constituyen los motivos de toda su obra narrativa