"The Bucket List" en Cuaresma


style='mso-ansi-language:EN-US'>"The

Bucket List"
en Cuaresma


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style='mso-bidi-font-weight:bold'>Cada año, el Miércoles de ceniza inicia la

Cuaresma para los católicos, un tiempo para vivir con más recogimiento y

calibrar el peso de nuestra vida cara a Dios. La recepción de la ceniza, como

sacramental que es, concede una serie de gracias para recorrer este tiempo con

la mirada puesta en la meta, en la Vida eterna con Dios.


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style='mso-bidi-font-weight:bold'> Una

interesante película titulada "The Bucket

List"
plantea algunas cuestiones fundamentales a este respecto. Dos

enfermos de cáncer tienen los días contados y se hacen amigos en el hospital, a

pesar de tener grandes diferencias de raza, de cultura, de pensamiento y de

posición social. Uno de ellos es rico pero descreído, el otro es normal hasta

en las creencias elementales, no específicamente cristianas. Hizo una lista de

aquello le habría gustado disfrutar en vida, y el rico le propone cumplir

juntos todos esos deseos, siguiendo la máxima de "ahora o nunca". Se ponen a

ello y van descubriendo las cosas importantes de la vida, comenzando por los caprichos

e ilusiones, los viajes para contemplar la belleza del mundo. De modo

ascendente, llegan a valorar el amor de

las personas, y a intuir la realidad que les aguarda más allá de la muerte.

style='mso-bidi-font-weight:bold'>

 

El

papa Benedicto XVI sorprendió a los medios de opinión con sus palabras acerca

del limbo o el purgatorio, en la misma línea de Juan Pablo II, cuando

expuso la doctrina católica sobre la

vida eterna, las realidades últimas para el hombre. Subrayaba que el Cielo y el

Infierno no son simplemente unos "lugares" sino un estado de unión o de

separación definitivas de Dios. Ha hablado del Cielo, del Infierno, del

Purgatorio, de la resurrección de los muertos y del Juicio final de Dios,

describiendo esas realidades con sobriedad porque sabemos lo suficiente, pero

ignoramos muchos detalles que Dios no ha querido revelar. Recordaba el Papa que

el Cielo no es un paraje bucólico ilustrado por los artistas, sino la relación

personal con Dios en el amor; y que el Infierno es el alejamiento definitivo

del Dios bueno, libremente rechazado por la persona durante su vida y sellado

para siempre con la muerte. Que el Purgatorio no es tanto un lugar cuanto la

condición de vida de quienes, después de la muerte, viven una purificación en

el amor de Dios, y aguardan nuestras oraciones.

 

La

esperanza teologal no nos aparta del mundo, sino que nos lleva a meternos de

lleno en él para ordenarlo a Dios, lo cual requiere vivir el espíritu de las

Bienaventuranzas enseñadas por Jesucristo.

 

 

Jesús Ortiz López

Doctor en Derecho Canónico