Libro que reúne una colección de
artículos ya publicados. Pese a la diversidad de temas, el autor ha conseguido
una cierta unidad centrada en el comentario de la "Evangelium
vitae", en sus aspectos más relevantes.
Es de destacar la seriedad
intelectual con que el autor aborda los temas; aúna la profundidad, ponderación
y una valentía que no deja de sorprender al tratar puntos y posturas -en la
actualidad desenfocadas-, con sentido cristiano; desenmascara
style='mso-spacerun:yes'> argumentos "políticamente correctos", que se
esgrimen para tolerar, cuando no, para compartir y defender normas de pensar y
de actuar contrarias a la moral cristiana. A La vez, a través de un riguroso
razonamiento presenta soluciones a los temas en debate, haciendo ver la
coherencia y conformidad con la fe en el
pensar y actuar de un cristiano.
Sin miedo, aborda cuestiones de
actualidad, como son el derecho a la vida, la libertad
style='mso-spacerun:yes'> de los padres en la educación de los hijos,
la manifestación pública de la moral cristiana en la actuación de los
cristianos, sin relegar la fe al ámbito privado, laicidad y pluralismo, el
reconocimiento legal de las uniones homosexuales, el problema del relativismo.
En su primer capítulo, coloca el
fundamento filosófico para el desarrollo del resto del libro, identifica el
núcleo más íntimo de la experiencia moral a partir de una distinción aportada
por Millán Puelles y una observación de Cayetano: en la distinción de lo que en
la experiencia moral es obra de la inteligencia, y de lo que en ella
corresponde en cambio a las mociones y a las inclinaciones. Este estudio tiene
sobre todo la función de poner las bases para entender con exactitud por qué se
afirma que nuestra naturaleza es el fundamento general e inmediato del
contenido de nuestros deberes; que el fundamento de que se habla es de índole
rigurosamente ontológica, y no de una premisa de la que se deriva o deduce del
conocimiento de algo.
A continuación, el autor, se
decanta por la ética de las virtudes en vez que por la ética de las normas. Y
concluye que el único presupuesto absolutamente necesario de la ética de las
virtudes es la disponibilidad para reflexionar sobre la vida humana considerada
como un todo.
Me he detenido en este análisis
porque es de primordial importancia para fundamentar el estudio que se aborda a
continuación: la ética personal y ética política; el estudio de la formación de
la conciencia en materia social y política según las enseñanzas de S.
class=SpellE>Josemaria Escrivá, como actitud del cristiano en el
ejercicio de sus derechos y deberes cívicos; la defensa de los derechos de la
persona frente al aborto y la eutanasia: la cultura de la muerte;
style='mso-spacerun:yes'> defensa de la libertad de enseñanza,
defendiendo el derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos;
el caso contemplado en la "Evangelium
class=SpellE>vitae" n.73: ¿en algún caso, un cristiano puede votar una
ley injusta?; etc.
Interesantísimo, el análisis que
realiza el autor de la mano de S. Josemaría Escrivá, sobre la formación de la
conciencia en materia social y política a partir de las coordenadas de:
libertad, responsabilidad, pluralismo; libertad y formación cristiana; libertad
y participación; y participación, verdad y caridad; tomadas como fundamento
para concretar la actitud del cristiano en el ejercicio de sus derechos y
deberes cívicos.
Mas adelante plantea la
contraposición entre conciencia personal y cultura social. La concepción
liberal de la autonomía pura y sin presupuestos no sólo está distorsionada en
cuanto a su valor, sino también y sobre todo respecto a los simples hechos. La
idea de que la razón individual, con tal de que se libere de los "prejuicios"
procedentes de la tradición, la religión y los vínculos sociales, alcanza por
sí sola los conocimientos prácticos necesarios para el progreso moral y social
de los hombres, constituye el mito fundamental del Iluminismo.
En estos mitos se asienta la
falsa idea de que las leyes meramente permisivas en materia de divorcio, aborto
y eutanasia son éticamente neutras. Se entrevé la idea de sociedad como mero valor
instrumental para la satisfacción de las necesidades y deseos del hombre:
pensamiento que no valora los diferentes modos de vida comunitaria sino en
términos de eficiencia y funcionalidad en la producción de beneficios que
"consumen" los individuos.
En el capítulo V, el autor se
pregunta si hay un derecho de autodeterminación respecto al aborto; centra su
argumentación en los derechos humanos, que llevan consigo su propio criterio de
humanidad, un principio fundante de su respeto y de
su tutela; no, como se pretende, poner un fundamento positivo en base a la
autodeterminación de la mujer que se contempla como un derecho humano
fundamental: no obstante, este presunto derecho no se puede sustentar como
derecho consistente. El discurso desarrollado en la "Evangelium
vitae", brota necesariamente de la consideración de
los derechos humanos, y en particular del derecho a la vida, como norma
objetiva de principìo.
Al comentar el n.73 de la "
class=SpellE>Evangelium vitae" que versa sobre
la licitud de votar una ley injusta, analiza de modo magistral la actitud del
político ante una ley –despenalización del aborto-, gravemente injusta,
proponiendo una solución clara y evitando toda ambigüedad. Señala además la
responsabilidad de los votantes, y propone una actuación clara y sin
class=SpellE>ambajes a la hora de manifestar su adhesión con respecto a
la legislación del aborto.
Temas como la laicidad del Estado
en el pensamiento social cristiano; los aspectos ético-políticos del
reconocimiento legal de las uniones homosexuales; el problema del relativismo,
tanto religioso como político-social; son tratados con profundidad y valentía a
la hora de plantear su valoración y las implicaciones prácticas con relación y
en orden a la actuación de la persona en el ámbito de la religión, la vida
social y el desempeño político.
En definitiva, el libro es
impresionante por su rigor y claridad, no tiene desperdicio; resulta muy
conveniente leerlo con detenimiento para hacerse con un criterio moral –moral
cristiano y, por tanto, humano-, para tomar partido y actuar en consecuencia en
la vida social y política.
Luis Corazón
Licenciado en ciencias físicas
Consultor de sistemas de
información
Para leer más:
Rodríguez Luño,
A. (2007) Cultura política y conciencia
cristiana, Madrid, Rialp
href="http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=6258">http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=6258
Scola,
A. (2007) Una nueva laicidad, Madrid,
Encuentro
href="http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=6656">http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=6656
Cavanaugh,
W.T. (2007) Imaginación
teo-política, Granada, Nuevo Inicio
href="http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=6163">http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=6163