Estrategia informativa de la Iglesia

Dos libros recientes parecen converger sobre este asunto.

Una novela de Joseph Thornborn, titulada "La última

revelación", y un libro de investigación a cargo de dos vaticanistas

prestigiosos, Paolo Rodari y Andrea
class=SpellE>Tornielli, que titulan "En defensa del Papa".

 


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href="http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=9178">La última

revelación

 

La novela es una ficción al estilo tan actual de

ambientación religiosa y trama de aventuras con escenarios internacionales y

asesinatos por medio. Se realiza una expedición arqueológica a Jordania que encuentra

unos papiros de gran importancia para comprobar los comienzos de la Iglesia, pero

que algunos desde la sombra quieren utilizar en contra de ella.

 


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href="http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=9177">En defensa del

Papa

 

El otro libro analiza la repercusión mediática de algunas

intervenciones pontificas, como la polémica suscitada por las alusiones a

Mahoma en el discurso de Ratisbona, el revuelo por las palabras informales del

Papa sobre el preservativo en su primer viaje a África, o la confusión por

levantar la excomunión a los obispos lefebrianos, uno

de los cuales, Williamson, ha negado el holocausto de

los judíos.

 

Consideran estos autores que los ataques a Benedicto XVI

y la Iglesia vienen en primer lugar de fuerzas externas a ella; poderosos
class=SpellE>lobbys que

quieren minar sus cimientos, frenar su

crecimiento y acallar su voz. Pero además apuntan a diversas limitaciones de

comunicación de los organismos de la Santa Sede, una maquinaria poco ágil hoy

día y con escasos recursos profesionales, para asimilar y procesar las algunas noticias

programadas para descolocar a la Iglesia y aumentar el número de los descreídos.

 

Entre unos y otros logran anestesiar los mensajes de

Benedicto XVI y sus grandes esfuerzos en temas capitales como la vida y la

familia, indispensables para el hombre y necesarias para la sociedad; la

invitación constante a la caridad y la fraternidad; la lucha positiva contra la

pobreza y la defensa de los débiles frente a los intereses de los poderosos; la

atención sacrificada a los enfermos de sida y la multitud de dispensarios para

mejorar la salud del tercer mundo; el rechazo de las guerras y de la violencia;

y el empeño por salvar la razón del relativismo desmoralizante, y a la ciencia

de la autodestrucción. Y sobre todo el primer mensaje de la Buena nueva de

Jesucristo como Redentor del hombre y la esperanza sólida en que el mundo ya ha

sido salvado.

 

Jesús Ortiz López