Leo la autobiografía de una
mujer fuerte e inteligente, con un carácter forjado en el dolor. Marina
class=SpellE>Nemat nació en Teherán (Irán) en 1966 y fue arrestada en
enero de 1982, cuando sólo tenía 16 años. Pasó por graves sufrimientos y
sobrevivió contra todo pronóstico a la siniestra cárcel de Evin.
Vemos a una joven que madura en las pruebas duras causadas por la maldad de los
hombres, por la tiraría de Jomeini, y el asfixiante
régimen religioso-político establecido en Irán, cuando se deshicieron del
class=SpellE>Sha Reza Palevi.
La fuerza de voluntad de
Marina y la conciencia de su dignidad le permitieron sobrevivir. Su actitud
está apoyada en el sentido cristiano de la persona y de la vida. Salvó la vida
a costa de aceptar un matrimonio impuesto a los dieciocho años con
class=SpellE>Alí, uno de sus carceleros, y de convertirse a la fuerza al
Islam. Afortunadamente para ella su vida no se extinguió en esa prisión sino
que pudo liberarse -y esta obra cuenta cómo pudo ser- hasta rehacer su vida en
Canadá, donde vive actualmente.
Como decía, encontró la fuerza
para sobrevivir en la fe cristiana básica pero bien arraigada en su vida, mucho
más de lo que ella misma pensaba. También influyeron mucho en su carácter y
conciencia de la libertad las lecturas a las que se aficionó
desde pequeña. Una prueba más de que leer siempre beneficia a la persona, que
conoce así otras vidas, otras costumbres, otras libertades, otros mundos. Por
ello será capaz de luchar contra el adocenamiento, de pensar por libre, de
reaccionar contra la injusticia y contra la desesperanza. Toda una lección para
preferir la lectura a otras actividades anodinas y perezosas muy extendidas
entre muchos jóvenes y también mayores.
En estos tiempos de confusión,
de clamor por la falta de libertad religiosa en muchos países, especialmente en
los sometidos al Islam, y de convivencia e incluso de matrimonios de cristianas
con musulmanes, la dura experiencia de Marina Nemat
se suma a otras muchas, para invitar a la reflexión y valorar lo que tenemos
como cultura, libertades y religión cristiana. A pesar de los pesares
tendríamos que dar gracias, trabajar, ser responsables y apoyar a los que
luchan por conquistar la libertad en otros países. No es una obra furibunda ni
rencorosa sino con humanidad y esperanza, escrita para que el mundo conozca el
sufrimiento, las torturas y la falta de libertad en países como Irán, Irak,
Pakistán, Arabia y otros sometidos al Islam, que eso significa la palabra.
Puede abrirnos más lo ojos, apoyar a quienes sufren discriminaciones o la
muerte por ser cristianos y asistir a Misa, y así conquistar cada día nuestra libertad.
Jesús Ortiz López
Marina Nemat,
"La
prisionera de Teherán", Espasa-Calpe 2008