Al ver acercarse la muerte, Ilich, como tantos hoy, toma conciencia de la vacuidad de una vida centrada en las apariencias y una falsa seguridad en sí mismo. Iván Ilich es un burgués de buena familia, que gracias a sus dotes sociales y su destreza en el trato con personas influyentes consigue lo que es el sueño de todo burgués y lo que todo burgués idolatra: el ascenso social.