El anciano Linh abandona su país, devastado por una guerra que ha matado a su familia y ha destrozado su aldea, un idílico paraje de arrozales del que ya no queda más que desolación y cadáveres. La muerte le ha robado todo menos a su nieta, un bebé de meses llamado Sang Diu, que en su idioma significa 'Mañana dulce', por la que decide marchar para siempre de su país.