¿Y si la familia no fuera el “hogar cerrado” que siempre se ha pensado? ¿Y si fuera la “institución anarquista por excelencia”? De hecho, es anterior a las ideologías y al estado. Fundamentada en lo más concreto del ser humano — o sea, en eso que todos estamos pensando —, aparece con el deseo que une a un hombre y a una mujer.