Régine Pernoud nos ofrece la biografía de una mujer excepcional: la reina de Francia Blanca de Castilla (1188-1252), hija de Alfonso VIII de Castilla y Leonor de Inglaterra. Con 12 años se la casó con el heredero del rey de Francia, para sellar la reconciliación entre Francia e Inglaterra. Su esposo, Luis VIII, fallecería pronto, por lo que Blanca pasó a ser la regente de Francia hasta la mayoría de edad de su hijo Luis. Será entonces cuando demuestre sus grandes dotes políticas y salga a relucir su carácter enérgico y decidido. La personalidad de Blanca y su propia vida expresaron en grado sumo las mejores virtudes de la Edad Media, y muy especialmente la piedad, que transmitió a su hijo Luis IX, San Luis, que, como ella, alcanzó la santidad.