Este breve libro está dedicado a un amigo judió del autor, que se encuentra en Francia durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Durante el relato, además de narrar aventuras personales, Saint Exupery desarrolla el concepto del hombre como rehén de las circunstancias de la vida, como por ejemplo las enfermedades, los problemas económicos y la incomprensión de unos y otros dentro de una sociedad materialista y consumista.