La sensación de que algo no marcha se agudiza entre mucha gente joven. Esto no es nuevo. Pero las peculiares características del descontento que se manifiesta en los movimientos "antisistema" han de ser pensadas a fondo por cada generación. El mundo en el que vivimos aparece en este libro bajo una lente que trata de tomarle el pulso al ethos sociocultural de la modernidad tardía, aislando lo genuino de lo espurio en esa sensibilidad. La reflexión se propone a quienes desde el quehacer educativo están perocupados por la consolidación de una auténtica cultura cívica, promotora de la paz y el respeto a la persona.