Probablemente en ningún otro novecentista se cumple como en Eugenio d’Ors el equilibrio entre rigor intelectual y exigencia estilística. No eran los del 14 buenos momentos para la lírica, pero la prosa de aquellos años intermedios entre el 98 y el 27 es una de las más brillantes del siglo XX.
Los ideales clasicistas le llevaron a equilibrar en su obra el pensamiento y la creación, el ensayo y el relato. El resultado de esa actitud integradora fue un nuevo género, la glosa, que encauza el pensamiento figurativo, aquel pensar con los ojos tan característico de d’Ors, en una difícil armonía entre lo racional y la intuición.
Esa es una de las claves de la edición de los Cuentos filosóficos. Una interesante antología de cuentos, algunos de ellos inéditos, que recoge glosas, historias breves y materiales dispersos de distintas etapas creativas de d’Ors. Se ha ocupado de su rescate y de su selección Carlos d’Ors.