Los capítulos que conforman este libro tienen un elemento común: la idea del compromiso social como concepto consustancial a la tarea de los profesionales de la información y de las bibliotecas, rescatando una doctrina olvidadda por su desuso en España y en otros países europeos: la denominada biblioteconomía o bibliotecología progresista. Los autores de este libro son conscientes de la necesidad de relacionar la biblioteconomía con las dimensiones ética y política.