La obra recoge los recuerdos del autor referidos al curso académico durante el cual permaneció en Reno, (Nevada, USA) como escritor visitante de la Universidad de Nevada. Acompañado de su mujer y sus dos hijas, todavía en edad escolar, salieron de España a mediados de agosto de 2007 y regresaron en junio del año siguiente. El encuentro con un mundo distinto, las nuevas amistades, los viajes turístico por el desierto y las referencias a cuestiones sociales y políticas norteamericanas, se intercalan con evocaciones y recuerdos de infancia y de amigos de entonces y con algunos sueños y pesadillas del presente.
A medio camino entre el diario, la crónica y la memoria, estas páginas ofrecen un testimonio personal planteado de forma amena y escrito con un estilo sencillo, como de charla amistosa. El eje temático lo constituyen observaciones y experiencias personales de su vida familiar, sin mayores pretensiones analíticas acerca del entorno ni mención alguna al ejercicio profesional que motivó la estancia en Reno. La probada capacidad narrativa del autor le permite realizar un entramado de historias donde épocas y lugares distintos se suceden sin otra conexión que la voluntad de quien les da forma. La mezcolanza resulta variada y logra despertar cierta curiosidad en el lector, más que por el contenido que encierra por la fluidez expresiva con que se transmite. El tratamiento superficial, e incluso humorístico, con que se abordan problemas de fondo, tanto americanos como españoles, impide deliberadamente entrar en terrenos espinosos o problemáticos, aunque hay ciertos indicios sobre afinidades y rechazos ideológicos por parte de B. Atxaga (Guipúzcoa, 1951). Más claras son las referencias a su abandono de la religión en que fue educado, por su parte y la de sus hermanos, lo que no impide que dedique el final del libro a describir con detalle el entierro católico de su madre.