Edith Stein es una de las personalidades más apasionantes del siglo XX. Judía de nacimiento, perdió la fe y pasó a considerarse atea. Durante ese período inició su vocación filosófica en las filas de la fenomenología como discípula preferida de Husserl. Allí entró en contacto con pensadores cercanos al cristianismo que le incitaron a replantearse sus premisas existenciales e intelectuales. El impulso definitivo para su conversión vendría de la lectura de Santa Teresa de Jesús.
A partir de ese momento su vida camina entre la búsqueda de la plenitud humana y cristiana y las dificultades cada vez mayores generadas por un entorno dominado por el nazismo. Su vida acabaría y culminaría en el campo de concentración de Auschwitz donde murió por judía y carmelita.
Esta biografía pretende profundizar sobre todo en el alma de Edith Stein. Para ellos, recorre con empatía y profundidad el camino que le condujo del judaísmo al catolicismo y que, simultáneamente, le permitió desarrollar una filosofía innovadora con elementos fenomenológicos, tomistas y personalistas.