El boxeador polaco

Eduardo Halfon ha reunido nueve relatos breves. El núcleo está formado por dos relatos de hace diez años, El boxeador polaco y La pirueta, que ahora aparecen unidos, dando consistencia al libro.

En los nueve relatos, de fondo, no solo está el escritor sino el judío que lleva en sus venas y, de una manera explícita, en los dos principales, en los que cuenta la historia de su abuelo judío polaco y como sobrevivió del campo de Auschwitz. En La pirueta, el tema son los gitanos, y un viaje a Serbia a la búsqueda de un pianista que conoció en Guatemala. Pero hay un primer relato, que está lleno de magia y explora las relaciones de un profesor universitario con sus alumnos a los que quiere introducir en el mundo del cuento; aquí se ve a un escritor enamorado de su profesión y que se llena de gozo y de pena ante sus alumnos, centrándose en dos de ellos. Solo por este breve relato merece la pena el libro.

Halfon es un maestro de una literatura culta, poética, que suavemente describe los paisajes y las personas con una gran elegancia. El único problema es que la mayoría de los relatos tienen detalles sensuales que resultan reiterativos y que aunque no afecten a su calidad literaria, son superfluos y no contribuyen a la imagen positiva de un buen escritor.