La fascinante personalidad de Cristóbal Colón se ha prestado a una enorme cantidad de estudios, unos espléndidos, otros apasionantes en exceso, sobre sus orígenes, la génesis de su idea, sus condiciones como navegante, su obra como descubridor y como administrador de sus descubrimientos. Colón no se acaba nunca.
José Luis Comellas, autor de dos libros sobre aspectos astronómicos del descubrimiento y sobre Colón como cartógrafo, intenta aquí un estudio, riguroso y apasionante a la vez, sobre los viajes de Colón a la luz de la oceanografía, la astronomía, la meteorología, las técnicas de navegación de la época, el régimen de los vientos, corrientes y mareas. Nos explican por qué el gran navegante llegó a donde llegó, y cómo consiguió hacerlo. Tal vez no se ha realizado nunca un estudio multidisciplinar de este tipo, que resulta sorprendentemente revelador.
Al mismo tiempo, el autor, a la hora de interpretar los descubrimientos, procura deslindar tres vivencias simultáneas, pero monstruosamente contradictorias, en el alma colombina: lo que el Almirante ve, lo que cree ver y lo que quiere hacer creer que ha visto. El análisis de esta triple visión puede contribuir a comprender mejor la desconcertante personalidad del descubridor.