La isla de Combe, con una historia marcada por la piratería y los episodios bélicos, es hoy una zona privada que garantiza seguridad y reposo a autoridades y famosos. La tranquilidad se ve alterada por el asesinato de un novelista. El inspector Dalgliesh y sus ayudantes llegan a la isla para investigar el suceso y se encuentran con una decena de residentes y cuatro visitantes. Ninguno ofrece el perfil de un asesino, pero, tras ser interrogados, casi todos resultan sospechosos.