A un pequeño pueblo de Castilla, son trasladados cuatro guardias y un cabo, para su infelicidad. Las mujeres se conocen e intentan darse bien, a pesar de haber recibido muy distintas educaciones. Unas se dan mejor que con otras, pero no hay enemistades, por lo menos aparentemente. Los hombres se conocen y al tener un mismo oficio y trabajar juntos, traban amistades entre ellos sin altercados. Las parejas son: María y Baldomero Ruiz, es la pareja más vieja y los dos son muy inteligentes; Felisa y Regino Ruipérez son los que tienen más hijos del grupo; Carmen y Cecilio Jiménez tienen un hijo flacucho y pálido, son de Madrid; y Sonsoles y Pedro Sánchez.
Y el cabo Francisco Santos era soltero, muy estricto con las reglas.
En un día de San Miguel, cuando hay feria en el pueblo, Francisco, Pedro y Guillermo salen de guardia. Maño, el dueño de un bar, tiene un altercado con dos gitanos y sale herido, pero con uno de ellos en la mano. El cabo sale en busca del otro gitano y en la persecución, el gitano le mata.
Los que se quedaron en la montaña se enteraron de lo ocurrido, pero se quedaron sin saber a quién habían matado y tuvieron que esperar con angustia durante ocho horas. En la espera, la mujeres cuyos maridos habían ido con el cabo, empiezan a llorar, creyendo que su marido era el que había sido asesinado y las otras dos intentan consolarlas. Hasta que llegan con el cadaver del cabo, para media felicidad de las mujeres, ya que no era ninguno de sus maridos.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2001 | Espasa Calpe |
9788423973873 |
Primera edición de 1954 |