Jasper Maskelyne fue uno de los magos británicos más conocidos del siglo XX, criado en una familia de famosos ilusionistas inventores de artefactos de magia que a todos nos suenan hoy día. Al estallar la segunda guerra mundial ofreció con empeño patriótico sus servicios al ejército inglés con la idea de que su magia podía ser muy útil en el campo de batalla. Pese a las continuas reticencias, consiguió ser destinado en el norte de África justo cuando los británicos se batían en retirada y el Afrika Korps alemán asediaba El Cairo. Mediante sus trucos Maskelyne se convirtió en el mago de la guerra y en un héroe capaz de engañar al ejército nazi desviando sus duros bombardeos.