Libro polemista sobre la situación lingüística de España. Defiende una política menos intervencionista y critica el proteccionismo de las lenguas minoritarias. Su empeño se centra, sobre todo, en resaltar el carácter instrumental de las lenguas y desmontar los tópicos del discurso político predominante en España, que privilegia las lenguas minoritarias en detrimento de la lengua común (por ejemplo en la educación).