Desde su aparición hace dos décadas, no se han dejado de suceder las ediciones de este libro. Una de las razones tal vez sea el hechizo que desde las primeras páginas despierta su lectura.
El historiador José Ignacio Tellechea ha desempolvado media España del siglo XVI; pero en este libro echa a la espalda la cita erudita y el polvo de los archivos, y traza la biografía esencial de un hidalgo y pobre andariego, que recorre, «solo y a pie», todos los caminos de España y de Europa con el único deseo de llegar a Jerusalén ansioso de pisar las huellas de Jesús.
Página tras página, se asiste al prodigio de ver a Íñigo de Azpeitia dialogar con la gente, rodando por posadas y caminos, mendigando y comiendo «lo que le dan y cuando se lo dan». La gente lo conoce por «el hombre del saco» y los niños por «l’ome sant», aunque para algunos empieza a resultar un loco poco deseable. Así llega a Jerusalén y vuelve a Roma, que «también es Jerusalén», hasta que un día otoñal de 1556 muere «al modo natural», según afirma un testigo.
A este caminar constante, entre gozos y contratiempos, se reduce esta bella y rigurosa biografía de Ignacio, el hijo menor de los Loyola.
Reseña del editor