El diablo (en versión de moderno hombre de negocios) visita a Ricardo Jordán, un broker en apuros, y pacta con él un asesinato (sin sangre, sólo de intención) a cambio de un giro en su situación financiera. Se ejecuta el pacto y Jordán triunfa.
Jordán, atormentado por los remordimientos decide visitar el pueblo nórdico donde vivía el pescador que murió por su culpa. Allí conoce a la familia del difunto y descubre también otro tipo de vida, más sencilla y verdadera.