El siglo XX se abrió con la promesa de los mayores avances científicos y tecnológicos de la historia de la humanidad. Sin embargo, pronto se convirtió en el más sangriento de la historia. ¿Cómo explicar la intensidad y alcance de la violencia desatada en lo que fue realmente una «guerra del mundo»? Niall Ferguson aborda en su libro la respuesta a esta pregunta, la paradoja fundamental de esta «Edad del Odio» de la historia, que asoló ciudades y exterminó a millones de personas mientras el nivel de vida de gran parte de la población mundial mejoraba imparablemente.