Con esta obra sus autores se han propuesto "dar una gran amplitud al análisis de lo institucional, de lo doctrinal y de lo sociológico" relegando al segundo plano otros aspectos.
Hay que agradecer el esfuerzo realizado para elaborar esta visión de la Iglesia en España en los dos últimos siglos, dotándola de una unidad y una profundidad realmente magistrales, lo que hace que estos dos volúmenes se conviertan en punto de referencia de cualquier estudio que se haga a partir de ahora sobre estos temas, incluso en el caso de que no se estuviera de acuerdo con algunas interpretaciones.
El recorrido que se hace por la España del siglo XIX nos muestra que la mayoría de los gobernantes, como el resto de los españoles, eran católicos, pero, eso sí, imbuidos del regalismo heredado de la centuria anterior. Y esta actitud se mantiene con el cambio de siglo, como pone de manifiesto la aparente paradoja de que uno de los políticos más denostados por su anticlericalismo -por su apoyo a una política de supremacía de la autoridad civil-, como fue Canalejas, tuviera en su propia casa una capilla privada en la que frecuentemente oía Misa...