Younes tiene nueve años cuando su padre, arruinado, pierde todas sus tierras. Totalmente agobiado, resuelve confiar el niño a su hermano, un farmacéutico integrado en la comunidad occidental de Orán. Los ojos azules de Younes y su aspecto angelical ayudan al chico a ser aceptado por la clase acomodada de la población. Younes crece entre jóvenes colonos de los que se hace amigo inseparable. Hasta el día en que llega a la ciudad Émilie, una joven francesa que pondrá a prueba la complicidad fraternal de los amigos, divididos entre la lealtad, el egoísmo y el rencor que la guerra de Independencia agrava. La revuelta argelina será para el protagonista sangrante y fratricida. Pero los lazos de amistad y el agradecimiento hacia quienes le han ofrecido una vida mejor no le harán renunciar a los valores inculcados por su padre. El autor combina el trazado, magistral de los personajes con el lenguaje poético, dedicado a la descripción de lugares y episodios costumbristas que dan a la obra una elevada calidad literaria.