Este libro desarrolla el tema de la violencia política en la Argentina desde 1810 hasta 1980. Al tratar la violencia, el autor acotó su estudio a sus manifestaciones más extremas y bárbaras, nacidas indistintamente del fanatismo, del odio y del mesianismo, atribuídas a la razón de Estado, a la convicción revolucionaria o al mero oportunismo ideológico.