El mundo de los números es tan complicado, incomprensible y lleno de prejuicios como el de los humanos. Los números, en fin, viven en una oscuridad terrible respecto de sí mismos, y huyen de los matemáticos como de la peste. La azarosa vida de los números, plasmada con sutil,ironía por Millás y Forges, se convierte así en un espejo de las perplejidades de los hombres, que quizá sepan matemáticas, pero no saben leer en sus corazones