La predicación de Jesucristo y sus Apóstoles gira en torno al Reino. Es una cuestión primordial, central en el Evangelio. Quizás por eso, Juan Pablo II ha querido que el centro de los misterios luminosos del Rosario, esté dedicado a la contemplación del Reino. El enfoque de este libro es neotestamentario, aun cuando se atienda también al Viejo Testamento, dada su vinculación y unidad con el Nuevo.