En los años 60, san Josemaría Escrivá afirmaba en una entrevista: "El Opus Dei salió adelante por la gracia divina y por la oración y el sacrificio de los primeros, sin medios humanos". En estas palabras hay un delicado elogio de quienes siguieron al Fundador en los primeros años, cuando todo estaba por hacer. Uno de ellos fue José María Hernández Garnica.
José María Hernández Garnica nació en Madrid el 17 de noviembre de 1913. Doctor Ingeniero de Minas, en Ciencias Naturales y en Teología. Pidió la admisión en el Opus Dei el 28 de julio de 1935. Falleció, con fama de santidad, en Barcelona el 7 de diciembre de 1972. Ejerció su profesión en la Empresa Electra de Madrid. Posteriormente, el 25 de junio de 1944, recibió la ordenación sacerdotal, de manos del Obispo de Madrid Monseñor Leopoldo Eijo y Garay. Después, San Josemaría le encargó especialmente el impulso de la labor apostólica del Opus Dei entre las mujeres, lo que compaginó con otras muchas tareas sacerdotales en Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, etc. Más tarde, marchó a desarrollar su ministerio sacerdotal en Inglaterra, Irlanda, Francia, Austria, Alemania, Suiza, Bélgica y Holanda. El haber caminado por lugares tan distintos, en continua adaptación a diversas culturas y ambientes, le hace ser un buen ejemplo para la evangelización de la vieja Europa.