A una posada de Valladolid llegan Gabriel de Espinosa y Aurora (su supuesta hija). El alcalde manda encarcelarlos. Corren rumores de que Gabriel es el rey don Sebastián de Portugal y él ni los confirma ni los desmiente. Gabriel muere ajusticiado y a su muerte se descubre su verdadera personalidad y también se descubre quién era el padre de Aurora.