El autor estudia el concepto de patriotismo tratando de rescatar lo que en el siglo XXI pueda tener de aprovechable. Distingue patriotismo y nacionalismo: el primero es, en su opinión, la virtud individual que inclina al sacrificio (hasta dar la vida) por la sociedad a la que pertenece; el segundo es un sentimiento de pertenencia a una comunidad histórica que justifica el sacrificio de los demás (y hasta su muerte). El primero es una razón para morir; el segundo, para matar. El primero es compatible con cualquier opinión política concreta (incluso con planteamientos separatistas), el segundo es imperialista.