Una antología de cerca de cien narraciones cortas: casi el tiempo de un suspiro solamente. Y un suspiro, un guiño, una sonrisa, una compasión o una alegría por las cosas que les ocurren a los hombres, son contadas con las menos palabras posibles.
El cogedor de acianos es un enorme conjunto de relatos, cerca de un centenar, escritos con una meticulosidad magistral por el escritor vallisoletano José Jiménez Lozano, uno de los veteranos de la letras españolas. Sus relatos son la mínima expresión, apenas llegan a las dos páginas y todos ellos guardan una sorpresa al final. Se deja ver en ellos una tristeza soterrada, un adiós muchas veces a la infancia o al amor. Sus protagonistas son seres olvidados, simples personas sin ningún relieve social, habitantes sencillos de pueblo que viven unas vidas oscuras para la mayoría, pero que, como todas las personas humanas, tienen un universo en su interior, con sus penas, sus anhelos, sus amores y sus miedos.
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El cogedor de acianos es un enorme conjunto de relatos, cerca de un centenar, escritos con una meticulosidad magistral por el escritor vallisoletano José Jiménez Lozano, uno de los veteranos de la letras españolas. Sus relatos son la mínima expresión, apenas llegan a las dos páginas y todos ellos guardan una sorpresa al final. Se deja ver en ellos una tristeza soterrada, un adiós muchas veces a la infancia o al amor. Sus protagonistas son seres olvidados, simples personas sin ningún relieve social, habitantes sencillos de pueblo que viven unas vidas oscuras para la mayoría, pero que, como todas las personas humanas, tienen un universo en su interior, con sus penas, sus anhelos, sus amores y sus miedos.