Italo Calvino (1923 - 1985) inició su trayectoria literaria escribiendo relatos neorrealistas, muchos de los cuales tienen como telón de fondo la guerra y loa avatares de los partisanos. en 1951, insatisfecho con los escritos que iba acumulando en un cajón por considerarlos falsos, se sumerge en la creación de una historia fantástica, un divertimento privado que le resultará de gran ayuda para recuperar << el movimiento, la fanfarroneria, la crudeza, la economía de stilo y el despediadfo optimismo que habían sido los de la literatura de la Resistencia>>.
El vizconde demediado, esa primera incursión de Calvino en lo fantástico que le convertirá en el gran fabulador del siglo XX, es la increíble historia de un hombre partido en dos por un cañonazo de los turcos y cuyas dos mitades, la buena y la mala, prosiguen sus vidas por separado. Con este contraste Calvino no se propuso plantar una vez más del bien y del mal, sino poner de relieve la pérdida de la armonía en nuestra sociedad y la aspiración humana a una nueva plenitud. Para lograrlo se basó en un perfecto engranaje narrativo en el que estaban representados los diversos tipos de demediamiento del hombre contempóraneo.
El vizconde demediado inicia una trilogía de experiencias sobre cómo realizarse en tanto que seres humanos: en el Cavaliere inesitente la conquista del ser, en el Visconte dimezzato la aspiración a una plenitud por encima de las mutilaciones impuestas por la sociedad, en el Barone rampante una vía hacia una plenitud no individualista alcanzable mediante la fidelidad a una autodeterminación individual. Tres grados de acercamiento a la liberad.
Comentarios
La imaginación de Ítalo
La imaginación de Ítalo Calvino es sorprendente. Pensar en un hombre que resulta partido por la mitad y sigue su vida en dos trozos es verdaderamente peculiar. Pero así son los cuentos y este escrito del autor italiano es un cuento, con una intención, con una moraleja. Está muy bien escrito, a pesar de lo trágico del tema, es simpático y lleno de humor. Tiene una capacidad para pasar de una escena a otra, con toda naturalidad, que no deja de sorprender. Ameno y con enseñanza.