El antiguo marinero bilbaíno Martín Saldías se convierte en espía para servir los intereses de don Carlos durante la primera guerra carlista. Tiene que llevar un mensaje que contiene una información muy importante para el desarrollo de la guerra. En el camino, para unos días en un campo militar carlista.
Reseña del editor.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2002 | Ediciones SM |
244 |
978-84-348-7847 |
Colección: Gran Angular. Alerta Roja |
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Breve novela sobre un espía carlista que lleva al campamento del general Zumalacárregui un mensaje y trata de descubrir el espía que a su vez han infiltrado en el cuartel los liberales. De inspiración barojiana.
La intriga es suficiente; la técnica de narración, simpática (después de un avance en la acción cede la voz a un personaje para que explique lo que pensó que estaba sucediendo. Con este truco va desarrollando la intriga o, en ocasiones, provocando el humor). La novela en su conjunto es fácil y entretenida.
De fondo, Atxaga plantea el absurdo de la guerra y del enfrentamiento entre personas por motivos ajenos a ellos. También carga sobre todos los combatientes la bajeza moral de algunos mandos y la filosofía que late, en general, es escéptica y desengañada aunque sin estridencias. Sugerente para primeros lectores.
Con una panorámica estremecedora, Atxaga ubica al lector en el enfrentamiento entre los bandos carlistas y liberales en la guerra por el trono de España. Martín Saldías —espía del ejercito carlista— es el personaje guía. Si bien vemos los hechos a través de sus ojos, el autor crea otros espacios narrativos donde algunos personajes marginales se hacen escuchar. Así, en este juego especular de traidores, el espacio de la guerra se relativiza y pierde ese matiz simplificador de triunfos y derrotas. La camaradería, la muerte, la traición y el peligro desdibujan el limíte entre buenos y malos. Saldías comprende —y el lector siente el peso de este reconocimiento— que sus oponentes juegan su mismo papel, y entonces la guerra empieza a perder sentido...